La agilidad como herramienta organizacional

Ing. Rocío Raquel Paniagua, PMP®, SMPC

La cultura ágil adquirió gran protagonismo en la actualidad debido a que por medio de ella las empresas consiguen gestionar sus proyectos de forma flexible, autónoma y eficaz, a la vez de reducir costos e incrementar su productividad. Esta cultura nos permite diseñar y construir características rápidamente, probarlas con los clientes, refinarlas y actualizarlas en interaciones rápidas. Es por esto que cada vez más empresas digitales están utilizando prácticas de desarrollo ágil para entregar productos y servicios a los clientes de manera más eficiente y con mayor fiabilidad, tomando así ventaja frente a sus competidores.  Es importante antes que nada comprender que adoptar el enfoque ágil no es solo poner post it en la pared, es más que nada cambiar la manera de pensar a una manera ágil, se trata de poner el enfoque en los resultados y no en los problemas.

La agilidad corporativa se basa precisamente en la capacidad que tiene una empresa de cambiar continuamente adaptándose a los nuevos estándares del mercado, pero también tiene que ver con su propia capacidad de proponer nuevos escenarios para resolver problemas ya conocidos. Está claro que toda empresa debe ser ágil, pero sin embargo no todos los proyectos deben ser gestionados con el enfoque ágil.

En cuanto a las metodologías tradicionales de gestión de proyectos, denominadas en cascada o waterfall, estas metodologías están basadas en un desarrollo secuencial ordenando rigurosamente las diferentes etapas del proceso, con este enfoque cada etapa debe esperar la finalización de la etapa anterior para ser iniciada. Se dice que, si entregás un software solamente cuándo está al 100%, y éste por algún motivo no cumple con la necesidad del usuario, se ha perdido el 100% de todo el trabajo realizado y en consecuencia se ha desperdiciado tiempo y otros recursos. Es por ello que hoy día, en la mayoría de los entornos se prefiere la entrega de valor de manera incremental, ajustando de esta forma las entregas a lo que realmente le importa al cliente y proporcionar el mayor valor posible con cada entregable.

Por otro lado, el enfoque ágil es conveniente aplicar cuando se dan una serie de condiciones, por ejemplo cuando hay requisitos dinámicos; soluciones que requieren niveles altos de creatividad, innovación, interacción y comunicación; proyectos en los que se da mucha importancia a las entregas rápidas y periódicas; sistemas complejos o con solución técnica desconocida, cuando la incertidumbre es alta, los resultados se vuelven impredecibles y no podemos identificar una solución al principio, solo podemos examinar los resultados y adaptarnos constantemente; se precisa disponer de recursos humanos calificados para que acompañen al proyecto en toda su extensión; se requiere un equipo maduro, las metodologías ágiles requieren de gran madurez, experiencia y dosis de talento por parte del equipo del proyecto. 

Finalmente, la respuesta a si se debe hacer uso o no del enfoque ágil en todos los proyectos, es claramente “no”. Las metodologías tradicionales aportan mucho en ciertos ámbitos y tipologías de proyectos. Es importante no dejar de ser racionales a la hora de escoger qué metodología usar para nuestro próximo proyecto, y tomar la decisión teniendo en cuenta tanto aspectos propios de la solución a implementar como también las variables que forman parte del entorno en el cual se desarrollará el proyecto.

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Si optamos por el enfoque ágil, es importante contar con las herramientas necesarias para implementar este marco de trabajo y sobretodo contar con personas capacitadas para llevar adelante equipos de trabajo ágiles. En materia de enfoques ágiles, el marco de trabajo más utilizado en las corporaciones es Scrum, se trata de una metodología ágil para desarrollar productos complejos. Scrum se utilizó originalmente para proyectos de desarrollo de software, pero su enfoque y su flexibilidad hacen que los procesos Scrum sean ideales para proyectos que requieren velocidad en el cambio. La metodología Scrum es simple y se puede aplicar a cualquier proyecto o desarrollo de producto.

El Scrum Master, es el responsable de asegurar que se cumplan las buenas prácticas y valores descritos en el modelo Scrum, el mismo tendría una figura similar a la de un coach/mentor que acompañará al equipo durante todo el desarrollo del proyecto y asegurará que se cumplan las buenas prácticas, actuando como un facilitador y solucionador de problemas.

Oportunidad de contar con la Certificación Scrum Master

La Certificación Scrum Master valida los conocimientos de un profesional para liderar equipos que trabajan en la gestión ágil de proyectos, en Asunción PMLA estará dictando un taller de preparación para la Certificación Scrum Master, las personas que tomen el taller tendrán la oportunidad de acceder a dos exámenes de certificación, primeramente el examen de certificación Scrum Foundation Professional Certificate (SFPC) y además el examen de certificación Scrum Master Professional Certificate (SMPC).

El taller se llevará a cabo del 20 al 22 de agosto de 18:00 a 22:00 en las instalaciones del edificio corporativo Sky Park (Torre 2 Piso 6 – Aviadores del Chaco N° 2581). Para más informes pueden contactar a la dirección de correo infopy@pmla.biz o al número telefónico 0971 927707.

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